En vista de que catástrofes del tipo «asteroide choca contra la tierra y nos hace puré de persona», o «rayo de sol maligno penetra la atmósfera y nos hace humanos a la brasa», no han sido anticipadas, intuyo que esa no será la manera en que moriremos. Podría simplemente pensar que los mayas estaban equivocados, al fin y al cabo las calculadoras Casio aún no existían, ni siquiera las de energía solar. Pero no creo. Un pueblo que se alimenta a base de cacao no puede estar equivocado. Hoy habrá apocalipsis.

Por lo tanto, sólo me queda una opción factible. A lo largo del día, un maléfico grupo terrorista desfilántropo liberará un gas sintetizado en su laboratorio secreto. Este gas tiene como objetivo una gran cumbre del G8 o G14, o G27, alguna de esas. Su intención es dejarles secos como un bocadillo de mojama. Pero claro, el laboratorio en cuestión está bajo tierra, y las calculadoras solares Casio tampoco pueden hacer maravillas ahí abajo. Se les va la mano con el gas, le echan frambuesa en lugar de albaricoque, y en lugar de morir, estos políticos se convierten en zombies. Lo nunca visto, además de vampiros, zombies (chiste fácil).

Es cuestión de tiempo que contagien a mucha más gente. Calculo que en unas horas, a la hora de la merienda-cena de hoy aproximadamente, la mayoría de España estará infectada. Pero tú no. Tú te has quedado en casa, imaginando que este momento llegaría. Bueno, eso y que no tienes muchos amigos, así que no habías hecho planes de todos modos. Se oyen gritos por el pasillo, huele a humo y por la ventana puedes ver varios focos de incendios por toda la ciudad. Es el momento de prepararte para el Apocalipsis zombie.

Lo primero es lo primero. ¿Tratar de contactar con tus seres queridos, liarte la manta a la cabeza e ir a buscarles en bici, armado con un pelapatatas? ¿Es que no has visto ninguna película? ¡Claro que no! Primero apuntala las ventanas, asegura tu casa. Dibuja una señal en el exterior, si alguien conocido la ve puedes dejarle entrar. No dejes entrar a nadie que no conozcas. No, ni aunque esté buena. Ya habrá tiempo de eso.

Ve a por tu familia. Traza una ruta hasta donde puedan estar, evitando lugares muy concurridos, no quieres verte atrapado en una marea zombie. Es mejor ir en coche. Si puedes hacerte con un 4×4, mucho mejor. Las motos quedan muy cucas, pero no te protegerán lo suficiente, déjaselas a los profesionales.

Si no encuentras a tu familia, trata de buscar compañía antes de volver a tu búnker. Si no crees que sea importante, mira a Will Smith en Soy Leyenda, que se quería tirar a un maniquí.

Una vez que estéis todos, vuelve a tu búnker. Nada de euforias, comienza a racionar la comida, que te hará falta. A partir de ahí, debes esperar unos cuantos días, tratando de pasar desapercibido, sin salir de casa. Ve organizando salidas para recoger comida y armas, siempre a sitios cercanos si es posible. Este mapa te vendrá bien. Recuerda que un arma blanca es más silenciosa y precisa, aunque tengas que mancharte las manos.

Os dejo una serie de reglas sacadas de Zombieland. En clave de humor, desvela algunas claves para sobrevivir que deben tomarse muy en serio. Destaco las reglas 2 y 4. Remata, y no te hagas el héroe, que no naciste para ello. ¡Buena supervivencia!

Reglas supervivencia Zombieland